0-21 de Enero. Estas son las fechas que pasarán a la historia y serán recordadas en los libros. Curiosamente el día de mi cumpleaños es cuando Donald Trump se convirtió en el 45 presidente de Estados Unidos.
Todos mis amigos salieron ayer la calle para protestar y alzar su voz. Yo lo hago desde aquí, como mejor me sé expresar y comunicar y humildemente dar mi punto de vista.
Ya era hora de que llegara Trump y despertara a todo el mundo. Cientos de miles de personas en la calle a pesar de la lluvia, frío, masas humanas desplazándose de un lugar del país a otro en protesta por la llegada de Trump a la Casa Blanca y yo sólo podía más que estar contenta de presenciar este momento histórico.
“Eres muy positiva. Esto es un desastre y no sabemos las consecuencias y lo terrible que pueda ser”, me decían mis alumnos ayer cuando les daba mi opinión.
Mi familia y amigos estaban preocupados por mi. “Eres inmigrante en los Estados Unidos. Es peligroso que sigas allí”. Me decían, pero yo estoy tranquila y orgullosa de presenciar este cambio histórico.
Los seres humanos sólo reaccionamos ante situaciones extremas y un país donde la libertad de expresión y pluralidad lidera el mundo es donde debía iniciarse la gran revolución sociopolítica del siglo XXI. Sólo una situación alarmante podía despertar la llamada al cambio.
San Francisco cuenta con edificios construidos con sistemas antisísmicos, sólo creados tras el gran terremoto. Los equipos de seguridad en las instalaciones aparecieron tras catástrofes y en nuestra vida personal sólo actuamos y cambiamos tras una mala experiencia o peligro.
Trump es la gripe que el sistema político tenía que pasar para encontrar la vacuna que cambie al ya moribundo sistema político. Es un hecho, ya es historia, ya no puede avanzar, ni aquí ni en el resto del mundo y es Estados Unidos el que liderará un nuevo concepto social donde el ciudadano será quién decida día a día quién guiará su vida. Empresas como Airbnb, Uber…ya han iniciado este cambio y es hacia donde gira el mundo.
Todos los cambios llevan su tiempo y su esfuerzo, pero al final merecen la pena. Como todos sabemos hay que bajar y tomar impulso para saltar bien alto.
Así que señores toca saltar!!