Llorar las penas, lamentarse de tu suerte, sentir rencor para siempre… De nada sirve y es la misma sensación que beber una pócima venenosa esperando a que tu enemigo se muera. De esto saben muy bien los japoneses y el ejemplo es Hiroshima. Ciudad espectacular, vibrante, flamante. ¿Quieres ver cual es su secreto? Te lo cuento en mi Vlog.